MUSEO DE ARTES Y COSTUMBRES POPULARES

Hacia la mitad del Pasillo de Santa Isabel nos encontramos con el antiguo Mesón de la Victoria, donde está ubicado el Museo de Artes y Costumbres Populares de Málaga. Este Museo debe su existencia a la iniciativa de don Enrique García Herrera y don Baltasar Peña Hinojosa de reunir y encauzar para museo gran parte de sus colecciones particulares de objetos etnológicos a los que más tarde se fueron añadiendo donaciones de otros particulares y entidades. Alberga el Edificio el Archivo de Narciso Díaz de Escovar, destacado poeta y escritor malagueño que dedicó su vida a la investigación histórica y del Teatro español. Este archivo es punto indispensable para todo investigador de la Málaga decimonónica.

Los fondos del Museo se organizan en torno a una serie de salas que integran el edificio, distribuidas en dos plantas.
Sala I: Cuadra. El suelo empedrado informa sobre el tránsito de caballería por esta zona. En él se han situado diversas piezas relacionadas con arreos y complementos para animales de carga y transporte, así como carruajes, carros monturas, pesebres, abrevaderos, etc.
Sala II: Fragua. Se muestra la reconstrucción de una fragua con los complementos tradicionales para su utilización: yunques, martillos, tenazas.
Sala III: Tahona. Dedicada a las labores de transformación del trigo y obtención del pan. Se contempla la labor desde el momento de la obtención de harina en el pequeño molino.
Sala IV: Pesca. Reúne un conjunto de útiles y aparejos relacionados con la pesca. Destaca en primer lugar un pequeño bote (sardinal) para pesca en costa junto al horno para vararlo, ocupando el centro de la sala. También se puede contemplar una maqueta a escala de la embarcación prototípica de la bahía de málaga: la jábega.
Sala V: El Humero. Se ha montado en esta sala una cocina propia de la arquitectura popular de la provincia, con un amplio humero, adornado con calderos de cobre sobre la repisa de la campana de la chimenea.
Sala VI: Comedor-cocina. Se ha montado en esta sala una cocina propia de la arquitectura popular de la provincia, con un amplio humero, adornado con calderos de cobre sobre la repisa de la campana de la chimenea.
Sala VII: El Vino. Se escenifican las artes de la viticultura y la enología mediante la reproducción de un lagar, una bodega y una taberna, espacios que vienen a representar los procesos de recogida y pisado de la uva, crianza, conservación y posterior distribución.
Sala VIII: La Almazara. Escenifica la industria del aceite a través de la reproducción de esta almazara con su empiedro, una prensa donde se exprime la masa resultante de la molturación previa, todo ello recuperado de un molino de la presa del Limonero.
Todas las salas del Museo va a dar a un patio central que cuenta con galería baja y alta sobre columnas. A este patio van a desembocar las vertientes de las cubiertas de teja morisca, ofreciendo un pintoresco y singular aspecto.

Sala IX: Costumbres Burguesas. En ella se reúnen diversas manifestaciones de la vida burguesa del cambio de siglo: varios vestidos femeninos, abanicos, dijes, y complementos de todo tipo. También se pueden admirar dos interesantes retratos al óleo de Anita Delgado, bellísima actriz malagueña en admirada boca de todos tras su matrimonio con el Maharajá de Kapurtala.
Sala X: Despacho. Representa la estancia de ámbito privado dentro de la vivienda burguesa. Su particularidad reside en que es el original del escritor malagueño Arturo Reyes, excelente costumbrista que inmortalizó los tipos populares de Málaga a través de novelas como Cartucherita o La Goletera.
Sala XI: Gabinete. Representa una pequeña sala, generalmente contigua al salón y llena de pequeños objetos decorativos, era indispensable en toda casa burguesa del siglo XIX.
Sala XII: Imprenta. Se reúnen en esta sala varias máquinas de estampación y una interesante colección de planchas y primeras pruebas de las ediciones malagueñas del cambio de siglo. Destaca sobremanera la colección de adornos destinadas a la estampación de tapas para cajas de uvas pasas.
Sala XIII: Dormitorio. Reproduce un dormitorio de carácter popular, pero de cierto acomodo. La típica cama de tubo, de hierro forjado con cuidado diseño, colcha y cortinas de batista y encaje, cuna de madera, baúl etc. presenta las principales piezas de mobiliario en este medio.
Sala XIV: Campo. Centrada en las labores agrícolas, esta sala contiene diferentes aperos de labranza dedicados especialmente al secano: bielgos, trillos de pedernales, de cuchillas y de rulos, yugos para mulos o bueyes, azadones, hoces, etc. Como complemento a la agricultura las queseras, lecheras, objetos para la apicultura, ...
Sala XV: Cerámica. Reúne algunas manifestaciones de la cerámica popular. Destaca sobremanera la coloreada en verde de Coín empleada con profusión en complementos constructivos como canalones y gárgolas.
Sala XVI: Folklore. se exhiben diferentes prendas de encaje de blonda representado en las mantillas, un mantón de Manila, abanicos y muestras de bordado, así como un conjunto de figurillas representando una panda de verdiales realizada en barro policromado, acompañadas de los instrumentos y sombreros de las típicas fiestas de verdiales.
Sala XVII: Barros. A caballo entre las concepciones clásicas de artes populares y bellas artes se encuentra la colección , para muchos joya del Museo: los barros malagueños. Son éstos pequeñas figuras con temas costumbristas (bandolero, jinete rondeño, pareja de baile, etc. ) realizados en barro cocido y coloreados posteriormente.
Sala XVIII: Religiosidad Popular. Se reúnen en este espacio manifestaciones curiosas y sorprendentes realizadas con materiales insospechados. Entre estas manifestaciones es interesante que el viajero se detenga algún tiempo en la contemplación de los cristales populares imágenes religiosas votivas pintadas sobre vidrio sin excesiva perfección pero extremada gracia.

Solo queda una cosa: VISITARLO Y COMPROBAR SU BELLEZA

EL ESCUDO DE MÁLAGA


El escudo de la ciudad de Málaga fue creado por Real Cédula de los Reyes Católicos el 30 de Agosto de 1494.

El Texto de la Real Cédula de 30 de agosto de 1494, por la que se adopta el escudo de la ciudad de Málaga:

“La forma de la mesma ciudad e fortaleza de Gibralfaro con el corral de los captivos en campo colorado; e por reverencia de los bienaventurados dos mártires, San Ciriaco e Santa Paula, que en dicha ciudad fueron martirizados, mandamos poner su imagen de cada uno de ellos en par en las Torres de Gibralfaro; e por la onrra del puerto, le damos las ondas de la mar; e por orladura de las dichas armas, nuestras divisas que es el Yugo y las Flechas”.
Posee la siguiente descripción heráldica:

En campo de azul, unas peñas cimadas de una villa acompañada de un puerto en lo bajo, al natural, todo sobre ondas de mar de plata y azul; en cantón diestro de jefe, los patronos afrontados, al natural, con resplandores de oro, con manto de azul y túnica de oro, así como el sobrecuello de Santa Paula. Bordura partida de sínople (verde) y púrpura, cargada con cuatro haces de cinco flechas empuñadas por un yugo todo ello de plata y un ramo del mismo metal (color), alternandos.
El timbre, corona real española, abierta y sin diademas que es un círculo de oro, engastado de piedras preciosas, compuesto de ocho florones de hojas de acanto, visibles cinco, interpoladas de perlas.

Él todo rodeado de una cinta cargada con el lema "La primera en el peligro de la Libertad, la muy Noble, muy Leal, muy Hospitalaria, muy Benéfica y siempre Denodada Ciudad de Málaga" escrito en letras de sable (negro).
- En los documentos de los Reyes Católicos y de Carlos I se le da ya a Málaga el Título de Muy Noble.
- Felipe IV en 1640, concedió el título de "Muy Noble", "Muy Leal", y "Muy Ilustre", el de "Siempre denodada"; y por encima de su escudo de armas una corona cívica, y la divisa "La primera en el peligro de la libertad".
- Por R. D. de Enero de 1901, y por la noble y abnegada conducta del pueblo malagueño con motivo del naufragio de la fragata alemana de guerra "Gneisenau", se concedió a Málaga el título de "Muy Hospitalaria".
- Por R. D. de 28 de Febrero de 1922, y en prueba del Real aprecio a la ciudad por la caritativa ayuda prestada a los soldados del Ejército de África y sostenimiento de un Hospital para los mismos, se concedió a el título de"Muy Benéfica".

LA FAROLA



El faro de Málaga, conocido entre nosotros como la Farola, fue obra del ingeniero Pery y Guzmán en el año 1817, que diseñó su proyecto tomando como referencia todos los de su tiempo, y así, en sus inicios, estuvo dotado de una lámpara de aceite, combustible que fue sustituido luego por parafina y, posteriormente, por gasolina.
Durante la Guerra Civil, el 28 de agosto de 1936, la Farola de Málaga se apagó por orden de la Comandancia de Marina, todavía a las órdenes de la República. No sólo eso, como su silueta servía de referencia a la artillería naval y a la aviación del ejército sublevado, el Comité Central de la Flota Republicana ordenó que se pintara de color tierra, con manchones oscuros y claros para camuflarla. A pesar de las precauciones que se tomaron, la Farola sufrió los efectos devastadores de la guerra, hasta que en 1939, ya restablecida la paz en España, se reconstruyó con la forma que hoy la conocemos y se pintó de blanco.
Sirve al tráfico marítimo y aéreo, alcanzando 25 millas naúticas. Su altura es de 38 metros sobre el mar y 33 metros sobre el suelo. Sus destellos luminosos son de 3+1 cada 20 segundos.
Se trata del único faro de España con nombre femenino. Una de las leyendas apunta a que su nombre fue debido a la "idea" de falda que la fantasía popular quiso ver en el edificio de forma cúbica que constituye su base.
¡cuántas historias se han vivido bajo esta esbelta y bella farola!

PARQUE NATURAL MONTES DE MÁLAGA


El Parque Natural de los Montes de Málaga fue declarado como tal por la Ley 2/89, el 18 de julio de 1989, por la Junta de Andalucía. Se localiza al norte de la ciudad, a una altura entre los 97 y los 1.031 metros sobre el nivel del mar. Tiene una superficie de 4.900 has pertenecientes a los términos municipales de Málaga y Casabermeja.

La realidad de este espacio está muy ligada al poblamiento que ha sustentado desde el sigloXV, cuando fue conquistado por los Reyes Católicos en 1487. El reparto de las tierras entre los vencedores dio lugar a la sustitución de los bosques mediterráneos por cultivos de viñas, almendros y olivos, con el pretexto de alcanzar un mayor rendimiento económico. A partir de este momento cuando comienzan las fuertes inundaciones que asolan la ciudad de Málaga. Estas alcanzan tal gravedad que varias son las medidas dictadas por los reyes posteriores para limpiar de sedimentos la desembocadura del río Guadalmedina.
A finales del Siglo XIX es cuando se produce la decadencia del cultivo al verse afectada por la enfermedad de la filoxera, que ataca a la uva. En la actualidad esta actividad es marginal, realizándose dentro del Parque aún de forma tradicional la «pisa» en el lagar de los Torrijos, así como la obtención del vino denominado de «los montes», con una finalidad más bien demostrativa y de exposición.
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías se aborda el problema de los desbordamientos del río, construyéndose el embalse de Agujero y realizando sucesivas repoblaciones forestales a partir de los años treinta. Estas actuaciones configuran definitivamente el Parque Natural.
El cultivo de la vid trajo prosperidad a la zona, creándose industrias asociadas a esta actividad como la de tonelería.

El Parque Natural de los Montes de Málaga es una zona de media montaña de protuberancias suaves, cubiertas sus laderas por unas repoblaciones de pino carrasco, al amparo de las cuales se está desarrollando una amplia y rica vegetación autóctona mediterránea. La vegetación del área es especialmente rica en árboles, destacando especies como el pino carrasco, el pino piñonero, algo de pino Monterrey, cipreces, ... Dentro de las coníferas y en el grupo de las frondosas sobresalen la encina, el alcornoque, el olivo, el quejigo y el algarrobo. Junto a ellas prodemos encontrar castaños, chopos, acebuches, fresnos y sauces.

Los arbustos y matorrales, por otra parte, están representados por una larga lista, de la que podemos mencionar zarzas, palmitos, madroños, cantuesos, retamas , espinos majoletos, tomillos, alhulagas, jaras, herguenes, esparragueras y torviscos.

Estos montes cobijan una importante y variada población animal, encabezada por mamíferos como el jabalí, el zorro, el tejón , el gato montés, la garduña, la comadreja, el túrón, el meloncillo y la gineta, junto a otros de menor tamaño como el conejo, la ardilla, el murciélago y el erizo. La avifauna es también espectacular: azores, águilas culebreras y calzadas, búhos reales y ratoneros, cernícalos, perdices rojas, palomas torcaces, tórtolas, zorzales, arrendajos, cucos, carboneros, herrerillos, escribanos y ruiseñores.
Reptiles y Anfibios tienen asimismo refugio en el Parque, con especies como el lagarto, la culebra, la salamandra o los sapos, aunque la estrella es sin duda el amenazado camaleón, que encuentra aquí un hábitat óptimo para su desarrollo.

RUTAS POR EL PARQUE NATURAL

1.- La Ruta por la carretera de los montes o ruta de las Ventas. Los montes de Málaga son un acogedor y bello lugar , que se encuentra tan sólo a 5 kms de la capital. Su paisaje presenta una topografía de montaña media con suaves pendientes, atravesado por arroyos que excavan pequeños valles. Accedemos por la ctra. comarcal C-345, también llamada de los Montes. Desde esta carretera se pueden conseguir fantásticas vistas de casi todo el Parque. Estos lugares son de gran belleza, pues junto a las panorámicas del Parque, nos encontramos con preciosos miradores naturales, desde los que se aprecian perspectivas alucinantes formadas por los contrastes de la montaña y el mar fundidos en el paisaje. Esta ruta cuenta además con el atractivo de sus ventas locales, que jalonan la carretera y, suelen estar situadas en lugares con bellas vistas, ofreciendo uan rica y variada cocina, donde los platos de los montes y el vino de la tierra son destacadas muestras de ello.

2.- La Ruta en el Corazón de los Montes. Para conocer más de cerca el Parque Narural de los Montes de Málaga, podremos realizar diversos itinerarios, que nos hagan descubrir todos los secretos del bosque, con la ayuda de nuestras piernas y nuestros deseos de aventura. Proponemos los siguientes:

- Desde la venta de "Fuente Reina" hasta el área de acampada y recreativa conocida como "Torrijos". Aquí además de disponer de un lugar idaeal para planificar nuestra estancia en la Sierra, podemos gozar con la visita al Museo Etnológico de Torrijos, creado en una antigua casa de labranza, muy bien conservada, viendo la viga y el "husillo" de pisar la uva que con una antigüedad de dos siglos, se conserva en el lagar de su nombre.

- Desde el aula de la Naturaleza "Las Contadoras" hasta las ruinas de Jotrón.

- Desde Chinchilla a Lomas Aguilar.

3.- La Ruta de Málaga hasta Casabermeja. Situada al borde del Mediterráneo, nos encontramos con Málaga. Ciudad que, con profundas huellas de las distintas civiizaciones que la poblaron, nos invita a recorrer sus calles. En el casco antiguo destacan: La Alcazaba y el Castillo que corona el cerro de Gibralfaro, desde el cual tenemos una esplendida vista de la ciudad, muy próximo, el teatro romano y la Catedral. Podemos visitar asímismo numerosas iglesias: la del Sagrario, la de Santiago, ... El legado cultural malagueño lo encontramos en los diversos museos que nos ofrece la ciudad: Arqueológico, de Bellas Artes, de Artes Populares, el Catedralicio,... Debe visitarse el Parque, donde crecen variedades tropicales únicas en Europa.

Llegaremos a Casabermeja, no sin antes habernos detenido en los miradores que encontraremos en la ctra. N-331. Casabermeja, forma parte de la ruta de los vinos de Málaga, junto con Antequera y Periana. Es el típico pueblo andaluz, de calles estrechas y empinadas. Destaca su pintoresco cementerio, las ternas romanas y la Torre Zambra.

Otras muchas bellas, sanas y pintorescas excursiones se pueden realizar por toda la provincia partiendo de tan maravilloso y encantador Parque.

BIZNAGUEROS Y BIZNAGAS

Todavía hoy día en las noches de verano es muy habitual encontrarse por las calles y paseos a algunos hombres ataviados con el traje típico y con una penca (a la que le han quitado las espinas) en la mano, en la que llevan clavadas un puñado de biznagas para venderlas y que van dejando las calles impregnadas de olor a jazmín a su paso.

La biznaga es un símbolo relacionado con la ciudad de Málaga, donde gracias a la herencia de los árabes, y al clima templado, abundan los jazmines. Es raro que una casa malagueña que tenga un jardín, un patio, e incluso un balcón, no tenga un jazmín que lo decore y perfume.

La biznaga no es una flor natural nacida así de una planta. Es una composición hecha con jazmines ensartados uno a uno sobre las púas de cierto cardo seco, formando ramillete y clavado éste sobre una penca chumbera.

¿Cómo realizar una biznaga?

- Coger el tallo de cardo seco de tamaño medio y no esté demasiado cerrado sobre sí.
- Limpiar a mano de las semillas procurando que sólo quede el palito de la umbela. Luego se empareja con las tijeras y si hace falta se abren un poco más.
- Sobre las 7 a 8 de la tarde , recolectar los jazmines que se abrirán esa misma noche, que son los capullos más gorditos. Poco a poco y con paciencia, ir introduciendo los jazmines en los palitos de la umbela. Se debe hacer rápido, antes de que se abran los jazmines.
- Al caer la tarde-noche, los jazmines se van abriendo y el conjunto va tomando la forma de una bola apretada y con un aroma casi hipnótico y mucho más fuerte que el del jazmín si se huele de cerca.
- Al anochecer se abren completamente. Dicen que una en la mesilla de noche te asegura dormir sin mosquitos.