LOS CANTES DEL PIYAYO


Un “tango” con ligero ritmo habanero pero de marcada expresión flamenca fue denominado como cante del “El Piyayo”, por ser éste el sobrenombre de su creador; un pintoresco gitano malagueño viejo y simpático que se ganaba la vida cantando por bares y colmados como también si le solicitaban para actuar en algunas juergas flamencas.

Rafael Flores Nieto, nombre de pila del Piyayo, era un gitano nacido en el Perchel. Tenía una manera muy peculiar de interpretar su cante y se acompañaba con una vieja guitarra; algunas de sus coplas tenían cierta nostalgia de sus tiempos como soldado en la campaña de la guerra de Cuba.

“Cuando mis “ojito” abrí
entre la noche y la aurora
una bandera española
fue lo primero que ví.

También vi cerca de mí
la linda flor de la yedra
cuyo nombre me recuerda
y es cierto que no me engaña
que era Cuba sin España
una sortija sin piedra”.

Era muy grata su presencia en el Pasaje de Chinitas a donde concurría preferentemente, por ser este lugar de cita de flamencos y aficionados al cante; como había de ser, pues en este típico y legendario Pasaje se hallaba el primer café cantante de Málaga, el famoso “Café de Chinitas” al que por su abolengo en la historia del cante flamenco inspirara a tantos escritores y poetas, entre ellos a Federico García Lorca.

El mejor retrato de aquel pintoresco personaje no lo dejó el ilustre poeta malagueño José Carlos de Luna:

“¿Tú no conoces al Piyayo?
Un viejecillo renegro, reseco y chicuelo
La mirada de gallo pendenciero
Y hocico de raposo
Tiñoso ...

Que pide limosna por tangos
y maldice cantando fandangos
gangosos ...