SALVADOR GONZALEZ ANAYA (1879-1955). " EL CANTOR DE ANDALUCÍA"

Salvador González Anaya nace en Málaga el 20 de agosto de 1879, en una casa -el número 13- de la calle Nuño Gómez, frontera a la que vino al mundo otro famoso malagueño, Cánovas del Castillo. Ya desde niño sintió definida inquietud literaria que le hizo destacar entre los alumnos del viejo colegio de los jesuitas donde cursó estudios. En una ocasión el Padre Coloma ya anciano vaticinó con indiscutible acierto: “Este niño llegará a ser un famoso escritor…” Sus primeros versos se publicaron en Las Noticias. Su primer libro de versos titulados Cantos sin eco lo publicó cuando tenía veinte años y al año siguiente, en 1900, salió a la luz el segundo, Medallones que tuvo un extraordinario éxito de crítica. En aquella primera época, además de versos escribió diversos artículos periodísticos. Su primera novela Rebelión la publica en 1905 y es recibida con numerosos elogios, particularmente un artículo muy favorable de Unamuno. Después de diez años de silencio publica La sangre de Abel (1915), pero es sobre todo a partir de 1921 en adelante cuando escribe la mayoría de sus novelas. Entre los títulos de la producción novelística de González Anaya destacan: El castillo de irás y no volverás, Brujas de la ilusión, Nido de cigüeñas, La oración de la tarde, Nido real de gavilanes, Los naranjos de la Mezquita, Luna de plata, Luna de sangre, El camino invisible y La jarra de azucenas.


En 1916 fue elegido Alcalde de Málaga, cargo que ocupó con aciertos que le llevaron nuevamente a presidir la corporación en los años 1918 y 1935. En 1923 fundó el Montepío de Periodistas siendo Presidente de la Asociación de la Prensa. Este Montepío, era único entonces en España. En 1914 es nombrado académico de número de la Real de Bellas Artes de San Telmo y en 1930 le es concedida la presidencia de esta noble institución y que ocupó hasta la muerte. También lo fue entonces del Patronato del Museo Provincial, creado en 1917 durante su primera época de alcalde. Presidió en Madrid el primer Congreso Nacional de las Artes del Libro y fundó, dirigiéndola durante muchos años la Unión Gremial de Industrias Gráficas de Málaga y la Federación Andaluza de Artes Gráficas.


En 1933 y para cubrir la vacante que originó el fallecimiento del gran poeta Salvador Rueda, fue nombrado Académico Correspondiente por Andalucía de la Real de la Lengua, cargo éste que posteriormente vino a ocupar otro gran poeta malagueño: Alfonso Canales. Pero antes, en 1928 se le nombró también Correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. El Ayuntamiento de Málaga le galardonó con el Título de Hijo Preclaro y después con el de Hijo Predilecto. En el año 1948, cubrió la vacante que en la Real Academia Española había dejado don Jacinto Benavente. Salvador González Anaya murió el 30 de enero de 1955, tras larga enfermedad, en un sanatorio de la Caleta. Con el murió, no solo el más insigne novelista malagueño, sino también toda una época, toda una generación literaria.


Sus novelas son muy bien acogidas por la crítica que le considera muy pronto “cantor de Andalucía” y lo califica como novelista andaluz. González Anaya sitúa todas sus novelas en Andalucía y trata de descubrir las ciudades andaluzas. El discurso que el escritor pronuncia a su entrada de la Real Academia es igualmente revelador. El tema que elige trata en efecto de los escritores costumbristas de Málaga de los que hace un sentido elogio.


Las novelas de González Anaya están inspiradas por una ideología liberal y obran a favor de la emancipación de la mujer y, en general, de la liberación del individuo. El parentesco étnico de los andaluces con los árabes es puesto de manifiesto por el escritor malagueño en múltiples ocasiones. La heroína de La oración de la tarde, considera la Reconquista como un acto bárbaro e injusto y hasta niega la victoria de los cristianos. El “cantor de Andalucía” pone en boca de su heroína una reivindicación nacionalista: “Árabes somos de por vida”.
 Las novelas de González Anaya no sólo tienen el mérito de dar del Sur de España una imagen verdadera, opuesta a la Andalucía de pandereta, sino que expresan además una conciencia aguda de la identidad andaluza. El escritor malagueño subraya lo que diferencia a Andalucía de las otras regiones españolas, reivindica la herencia arábigo-andaluza y se esfuerza en demostrar que la versión oficial de la historia de Andalucía -especialmente en lo que concierne a la Reconquista- ha sido tergiversada.

 FRANCISCO ARIAS SOLIS
"BLOGS.ELDIARIOMONTANES.ES"

MANUEL RIVERA VERA - ARQUITECTO

Manuel Rivera Vera fue hijo de otro importante arquitecto: Manuel Rivera Valentín. Nació el 20 de septiembre de 1879. Desde 1909 fue nombrado arquitecto municipal, y desde este cargo acometió numerosos proyectos, el más importante de ellos, junto con F. Guerrero Strachan, fue la construcción del nuevo edificio del Ayuntamiento en el Parque, el cual fue inaugurado en 1919.


Proyectó también la realización de obras de reformas en el Hospital Civil, el grupo escolar Bergamín y el grupo escolar de Campillos. Construyó un mercado en la plaza de San Pedro de Alcántara, y también un pabellón en la Prisión de Mujeres en 1916.

Uno de los edificios más importantes es el de los Almacenes de Félix Sáenz, atribuidos, erróneamente, durante mucho tiempo a F.Guerrero Strachan. Construyó numerosos edificios y casasmata en distintos barrios de la ciudad. También fue el autor de la llamada "Casita del Jardinero", que se encuentra entre el edificio de la Aduana y el Parque, hoy sede de la Oficina de Turismo.

Según Francisco J. Rodriguez Marín, aunque en sus obras hay abundantes elementos modernistas, no debemos encuadrado sólo dentro de este estilo, sino que "su estética predominante puede catalogarse de ecléctica con ocasionales detalles modernistas".

A continuación vamos a detenernos en dos facetas de sus trabajo: la construcción de salas cinematográficas y balnearios.

Fue el autor de tres emblemáticos cines malagueños. De 1923 data el Goya, el cual tenía acceso por la plaza de Uncibay y por la calle de Calderería. El local se clausuró en abril de 1970, en su emplazamiento se encuentran hoy las Galerías Goya.

También construyó en 1927 el Plus Ultra, un edificio de 2 plantas, situado en el Llano de la Trinidad. Desaparecido.

En 1932 se inauguró el cine Echegaray, edificio que aún permanece abierto como teatro. En él podemos observar el predominio de elementos clásicos decorativos: frontones, cornisas, pilastras, modillones, zócalos, etc.

Otro de sus trabajos pertenece a la arquitectura efímera: desde 1920 a 1930 fue el autor de los planos y director de las obras del balneario Apolo.

Manuel Rivera Vera falleció el 9 de mayo de 1940.

"Malagueños a través de la Historia"

María Pepa Lara García

REVISTA LITORAL

En la década de 1920 a 1930 sigue habiendo un claro desfase entre el analfabetismo malagueño y la media española. Sin embargo, en este decenio se experimenta una sensible mejoría, con un descenso significativo de la tasa de analfabetismo, pese al déficit de escuelas y de maestros.


Paradójicamente, en medio de un panorama tan deprimido educacionalmente irrumpe un movimiento de vanguardia cultural. De la misma manera que a finales del siglo XIX nacía en Málaga Pablo Ruiz Picasso, el hombre que revolucionaría la pintura del siglo XX, ahora en noviembre de 1926, de la mano de Manuel Altolaguirre y Emilio Prados, nace en Málaga la revista "LITORAL". Tendrá una corta vida - hasta 1929-, pero constituirá la más importante publicación poética del momento. Los siete números aparecidos muestran la presencia de nuevas voces y el hallazgo de nuevas formas que ampliaron notablemente el horizonte de la lírica española. La Generación del 27 se dará a conocer en las páginas de "LITORAL" y Málaga y la revista serán puntos de referencia obligatorios para entender la renovación de la poesía. Así, en una coyuntura de falta de libertades y bajo nivel cultural, surge en Málaga un movimiento de gran altura intelectual, que tendrá decisiva influencia en toda la creación poética posterior.


Historia de Málaga (tomo II)

Diario Sur



Viaje por España: Málaga



«En ninguna otra ciudad española he llegado a sentirme tan dichoso y tan a gusto como en Málaga.»




A nuestros pies se extendía Málaga, cuya imponente catedral recordaba una inmensa arca en medio de un mar petrificado y blanco de espuma.
Mucho ha sido aquí abolido, y más lo será; pero no los ojos andaluces... ¡Eso sería pecado mortal! Sería como apagar los luceros que en España brillan en el cielo y entre las pestañas de delicados párpados, no solamente a través del encaje de una mantilla negra, sino también en el niño mendigo y en la hermosa gitana que vimos vendiendo castañas. ¡Quién fuese dueño de su retrato!
No tuve más remedio que bajar a la Alameda y mezclarme con el gentío, para mirar a tanta mujer bonita, con llameantes ojos, como paseaba por allí, agitando con gracia innata los relumbrantes abanicos de lentejuelas. ¡Qué verdad dice la vieja copla española:
"Una mujer malagueña
tiene en sus ojos el sol,
en su sonrisa la aurora
y un paraíso en su amor. "


Un Viaje por España
Hans Christian Andersen

REAL SANTUARIO NUESTRA SEÑORA DE LA VICTORIA: SUS ORÍGENES

Su origen arranca de la reconquista de la ciudad por los Reyes Católicos, que se rindió el 18 de agosto de 1487. En este lugar se encontraba el campamento del rey don Fernando y sobre él se levantó una pequeña ermita para custodiar a una imagen de la Virgen con el Niño, que según la tradición, había enviado a los Reyes el Emperador Maximiliano de Austria; ella fue el aliento espiritual de la larga campaña y se le atribuyó el triunfo sobre la Málaga Musulmana, por lo que se dio el sobrenombre de Virgen de la Victoria, convirtiéndose en Patrona de Málaga.

En 1492, los frailes Mínimos de San Francisco de Paula, que habían reconfortado moralmente a los reyes durante el cerco, fueron autorizados a fundar y pidieron la Real Capilla de Nuestra Señora de la Victoria, que les fue concedida, fundando en 1493 la casa matriz de la orden en España.

Junto a la ermita, se fue edificando el establecimiento conventual (se puede observar el patio cuadrangular en el actual hospital allí situado), e inmediatamente una nueva iglesia que fue consagrada en 1518; debía tener una sola cubierta con armadura de madera con tirantes, a la que se abrían las capillas laterales.

La iglesia actual, con su camarín y torre, data de los últimos años del siglo XVII y ocupa el solar de la primitiva. En 1691, un procer malagueño, el Conde de Buenavista, ofreció ampliarla y repararla a su costa, para construirse una capilla-enterramiento, pero al reconocerla los alarifes informaron de que el estado de ruina del templo no resistiría la ampliación, por lo que fue derribado en 1693, levantándose un nuevo templo. El conde costeó la obra de la iglesia de la que conservaron sus cimientos y levantó además el pórtico, el campanario, la sacristía y antesacristía, el camarín un panteón privado y otro para la comunidad. El Patronato de las capillas debía mantenerse a pesar de las reformas, conservando los Córdoba el de la capilla Mayor con derecho a enterramiento en su bóveda, por lo que el Conde no pudo ocuparla y construyó la cripta inferior. La obra se inauguró en 1700.

El conde contó con dos colaboradores extraordinarios, Fray Alonso de Berlanga, erudito fraile mínimo, conocedor extraordinario de los textos sagrados, que pudo intervenir en el proyecto, y un gran arquitecto y decorador, Felipe de Unzurrúnzaga.

A LA DIVINA MÁLAGA

“Dicen que me olvidaste; yo no te olvido;
dicen que no me quieres; yo sí te quiero;
¿cómo no he de quererte si en tí he nacido
y adorar a las madres es lo primero?”


Salvador Rueda

LOS CANTES DEL PIYAYO


Un “tango” con ligero ritmo habanero pero de marcada expresión flamenca fue denominado como cante del “El Piyayo”, por ser éste el sobrenombre de su creador; un pintoresco gitano malagueño viejo y simpático que se ganaba la vida cantando por bares y colmados como también si le solicitaban para actuar en algunas juergas flamencas.

Rafael Flores Nieto, nombre de pila del Piyayo, era un gitano nacido en el Perchel. Tenía una manera muy peculiar de interpretar su cante y se acompañaba con una vieja guitarra; algunas de sus coplas tenían cierta nostalgia de sus tiempos como soldado en la campaña de la guerra de Cuba.

“Cuando mis “ojito” abrí
entre la noche y la aurora
una bandera española
fue lo primero que ví.

También vi cerca de mí
la linda flor de la yedra
cuyo nombre me recuerda
y es cierto que no me engaña
que era Cuba sin España
una sortija sin piedra”.

Era muy grata su presencia en el Pasaje de Chinitas a donde concurría preferentemente, por ser este lugar de cita de flamencos y aficionados al cante; como había de ser, pues en este típico y legendario Pasaje se hallaba el primer café cantante de Málaga, el famoso “Café de Chinitas” al que por su abolengo en la historia del cante flamenco inspirara a tantos escritores y poetas, entre ellos a Federico García Lorca.

El mejor retrato de aquel pintoresco personaje no lo dejó el ilustre poeta malagueño José Carlos de Luna:

“¿Tú no conoces al Piyayo?
Un viejecillo renegro, reseco y chicuelo
La mirada de gallo pendenciero
Y hocico de raposo
Tiñoso ...

Que pide limosna por tangos
y maldice cantando fandangos
gangosos ...

EL CENACHERO

Legendaria figura del vendedor de pescado que desde hace muchísimo tiempo quedó convertido por muy diversas razones en símbolo de nuestra querida ciudad.

Este malagueñísimo vendedor, adquirió indiscutiblemente personalidad por su peculiar vestimenta, su garbo en el andar, rítmico como de carrerillas, su figura tan marinera llena de plasticidad y su pregón sin par. El cenachero era así llamado porque de sus codos colgaban sendos cenachos hechos con pleita de esparto y que quedaban pendientes, faltándoles para llegar al suelo como dos palmos; su andar requería estudiada manera de hacerlo, imprimiéndole cierto contoneo para que los cenachos se balancearan con ajustada sincronía y no le estorbasen al caminar. Su mercancía era el pescado sacado del mar, varias especies de peces criados en nuestro bello litoral y que eran muy apetecidos por su sabroso y exquisito sabor, entre otros los exquisitos boquerones y chanquetes.

A sabiendas de cómo era esperada su llegada con su rica y tentadora mercancía por las presuntas compradoras y se anunciaba al tiempo que caminaba airoso cantando sus pregones:

“ ¡chanquetes apuraos! ¡sardinas pasala!”, queriendo decir sardinas para asarlas.

La indumentaria de esos vendedores era muy particular y sugestiva, vestían camisa blanca, sin abotonar, dejando al descubierto el pecho velludo y tostado por el sol, las mangas remangadas hasta el codo, chaleco y pantalón en color oscuro de lana o patén, el chaleco casi siempre desabrochado, el pantalón con los perniles subidos y arrollados a la mitad de la pantorrilla descubriendo su musculatura y los pies descalzas, endurecidos del caminar por el duro suelo; aunque no todos iban descalzos pues los había que calzaban marineras alpargatas de cáñamo y cintas; ciñendo el pantalón a la cintura llevaban liadas con varias vueltas la clásica faja de lana de color azul, negra o encarnada, según el gusto de cada cual y entre las vueltas y pliegues de la faja un bolsillo donde guardaban el importe de la venta. Completaban tan garbosa y arrogante figura cubriendo su cabeza con negro sombrero redondo, dando con ello cierta majestad al conjunto de su típico atuendo.

LOS CINES DE VERANO


Los cines de verano malagueños están muy vinculados en su esencia y estructura a los orígenes del cinematógrafo en nuestra ciudad. Debido al buen tiempo imperante podían instalarse desde mayo hasta incluso octubre.

Desde sus comienzos, las primitivas salas eran simples barracas al aire libre. Al principio, normalmente las instalaban empresarios extranjeros, quienes iban como feriantes por toda España.

Las características principales de estos cines de verano eran que sólo programaban filmes de reestreno, en programas dobles, y que utilizaban sus salesa para verbenas y fiestas flamencas.

Su estructura originaria y primitiva perduraría en los cines de verano posteriores. Enumeraré aunque sólo se a de pasada una serie de cines que existieron entre los años 1913-1917, que desaparecieron y del los cuales apenas quedaron constancia , pues ni siquiera son mencionados en las guías de la ciudad de aquellos años. Eran cines de verano, de vida efímera. Sólo a través de los documentos se puede demostrar sus existencia: instancias y peticiones al Ayuntamiento.

Estas salas fueron las siguientes:

- Gran Cine, situado en el Llano de Doña Trinidad

- Cinematógrafo Moderno, (no el cine Moderno) en calle Mármoles

- Cine Pinillos, en la calle Málaga de Pedregalejo

- Cine Alfonso XIII, también en la calle Málaga de Pedregalejo

- Desde 1920, en los balnearios La Estrella, Apolo y Los Baños del Carmen e incluso en la plaza de toros también programaban películas entre sus muchas actividades lúdicas.

- Cine-Teatro en el Parque

- Gran Cinema Iris, con su particular fachada. Instalado en los terrenos del puerto.

- Los cines del Pasillo de Santo Domingo.

- El Cine Parque de la Merced, donde se encuentra el actual mercado.

- Café–Cine del Parque, instalado donde se encuentra actualmente el Banco de España.

- Real Cinema, situado en Cristo de la Epidemia

- Cine Español, en Miraflores del Palo

- Cine Olimpia, en Ciudad Jardín.

- Cine Capuchinos, en el mismo barrio

- Cine las Delicias, en la calle Marqués de Valdecañas.

El paso de los años y el aumento de población hizo que los nuevos cines de verano eligieran los barrios para su explotación comercial. Comenzaron a inaugurarse a mediados de los cincuenta, y algunos de ellos llegaron hasta la década de los noventa. Algunos de ellos: Acacias, Terraza Alameda, Los Álamos, Carmen Cinema, Cayri Cinema, Cinema Eliseos, Cinema Las Flores, Florida, Cine La Fuente más tarde Altamira, Los Galanes, Ideal, Jardín Cinema, Cine Teatro Huelin, Marina, Martín Cinema, Maype Cinema, Mediterráneo, Las Palmeras, Perchel Cinema, Los Pinos, Portada Alta Cinema, Real Cinema, Rocío, Cinema Los Rosales, Terraza Royal, Solymar, Cinema Suárez, Terraza Tívoli, Trinidad Cinema, Universal Cinema.

Actualmente sólo quedan cines de verano en algunos pueblos, principalmente de la costa.

¡Quien no recuerda alguno de estos cines!

DEL ELOGIO DE IDRIS II DE MÁLAGA


Ya lució para mí el primer claror del alba. Dame a beber, antes que el almuédano entone su “Alá es grande”.

Al mezclar el vino con el agua, se esparcen sobre su frente burbujas como perlas, que primero flotan y luego se tornan como los anillos que se suspenden en las narices del camello.

Agrada beber de donceles nobles y generosos, que cambian entre sí arrayanes de galantería.

Además, beben otro vino en la mejilla del copero, bello como una gacela; mejilla donde florecen la rosa y el jazmín.

Es prodigioso contemplar el azabache de su pelo sobre el marfil de su frente.

La rama de su talle se curva sobre el montón de arena de su cadera, y la noche de sus cabellos surge sobre la clara aurora de su rostro.

Las alas del aire han sido humedecidas por el agua de rosas del alba para los que madrugan a beber.

El rocío gotea en el narciso, como lágrimas que resbalan en los párpados.

Las Pléyades se apagan en su horizonte, como un ramo de jazmín en flor.

El ala de la tiniebla se aleja de la aurora como un cuervo que vuela, descubriendo los blancos huevos ocultos.

Y todos los ojos se a partan, ofuscados al salir el sol.

El sol, que es el rostro de Idris, hijo de Yahya, hijo de Alí, hijo de Hammud, príncipe de los creyentes.

BEN MUQANA (SigloXI)

NOTICIAS MÁLAGA


CULTURA HALLA UNA YACIMIENTO PREFENICIO EN LAS OBRAS DE LA SEGUNDA PISTA DEL AEROPUERTO

Las obras de la segunda pista del aeropuerto de Málaga están sometidas a una especial vigilancia, dado que se desarrollan en una zona de especial interés arqueológico. Las más de mil catas realizadas han permitido a la Delegación de Cultura de la Junta localizar un yacimiento prefenicio, que se denomina "La Rebanadilla", y que ya ha sido catalogado.
Se trata de un asentamiento anterior al Cerro de Villar, datado entre las edades del Bronce y el Hierro, y en las que destaca la aparición de varias construcciones, una de las cuales conserva una solería de conchas.
Durante los movimientos de tierra también han aparecido restos de origen romano. En la zona se ha trabajado sobre restos ya identificados y otros que eran inéditos.

Un hallazgo más en la zona que se une al hallado en lo que es el nuevo parking del aeropuerto, una necrópolis romana de entre los siglos IV y V después de cristo (Bajo Imperio). Enterrada bajo ella, en otra fase, una estructura agrícola de los siglos II y IV antes de Cristo, conformada por una acequia que llegaría hasta el Guadalhorce, un pozo de unos 5 metros de profundidad y un horno de cerámica entre otras cosas.


AJO BLANCO



Almendras 150 gramos

Ajos 3 dientes

Miga de Pan 300 gramos

Aceite ¼ de litro

Vinagre a gusto

Sal a gusto

PREPARACIÓN

Se remoja la miga de pan con agua y se pelan las almendras. Se ponen la miga junto con las almendras, el aceite, el vinagre y la sal en el vaso de la batidora.

Se añade un poco de agua y se tritura todo hasta conseguir una crema fina. Esta crema no debe estar ni muy espesa, para que no resulte pesado ni tampoco demasiado líquido.

A continuación, opcionalmente, se le añade hielo y se mete varias horas en la nevera. Se le puede añadir un toque más dulce con uvas moscatel peladas.

Es un alimento ideal para el verano, fresco y nutritivo.

¡Qué aproveche!

LOS VERDIALES

Pues sí; " MÁLAGA CANTAORA" como dijo el poeta; Si nos adentramos un poco en la variada y extensa gama de cantares populares y cantes flamencos, nos encontramos con el valioso aporte de los cantes de Málaga, que encierran en inagotable venero folklórico un canto propio para cada ocasión, para cada cosa, con cualquier motivo; así, para acompañamiento del baile popular tiene "LOS VERDIALES", un cante rural de típica tradición campesina y bello estilo musical; sus coplas son por lo regular alegres, jocosas e ingenuas y con ellas el mozo expresa su amor a la novia o la piropea con donaire. ¿Qué malagueño no ha escuchado alguna vez una de las letras más típicas de este folklor?


"Partío de Verdiales
partío de muchas viñas
entre pitas y olivares
estoy queriendo una niña
y no me la da su mare.

En la raya de tu pelo
se paró la luna clara
y no la deja salir
la hermosura de tu cara.

En el cante de "Verdiales" no es sólo la guitarra la que acompaña al "cantaor" en su copla, pues a ésta se unen violines, panderos, platillos, bandurrias y castañuelas adornadas con cintas de colores, que algunos mozos tocan con singular destreza y que forman un grupo de características muy peculiares al cual llaman "PANDA de..." tomando para denominarse cada una de ellas el nombre del lugar en que viven sus componentes. Cada una de las pandas, presididas por su director y un mayordomo abanderado, forman un conjunto de vistoso colorido por la vestimenta de las mozas y mozos. Ellas ataviadas sencillamente a la usanza cortijera, es decir, con falda de vuelo y vivos colores, pañuelo bordado al talle y flores en el pelo. Los hombres lucen sus típicos sombreros de palma propios del campo andaluz, con adornos tan curiosos como cintas, espejitos y flores multicolores.

Aunque el origen del cante y baile de los verdiales es desconocido, se cree que puede ser una danza fenicia adaptada luego a ritmos de ritos cristianos. Según algunos autores, el verdial es el antecedente "prehistórico" del flamenco. Las principales celebraciones de Verdiales denotan su origen campesino, ya que giran en torno a los solsticios de verano e invierno. Su Fiesta Mayor se celebra el 28 de diciembre, fiesta llena de alegría y buen sabor del típico vino malagueño.

http://www.youtube.com/watch?v=1z8n3rnPnwI&feature=related

POEMA A MÁLAGA (IBN SAID)

A Málaga tampoco mi corazón olvida.
No apaga en mi ausencia la llama del amor.
¿Dónde están tus almenas, ¡Oh, Málaga querida!
Tus torres, azotes y excelso mirador?
Allí la copa llena de vino generoso
Hacia los puros astros mil veces elevé
y en la enramada verde, del céfiro amoroso
sobre mi frente, el plácido susurrar escuché"
......
Las ramas agitaba con un leve ruido
y doblándolas ora, o elevándolas ya,
prevenir parecía el seguro descuido
y advertimos si alguien nos venían a espiar.

Quienes paseen por los deliciosos Jardines de Puerta Oscura, podrán leer estos versos de IBN SAID, insigne escritor y uno de los mejores poetas árabes andaluces, que están grabados en una lápida que hay colocada en un bello y recoleto rincón de dichos jardines.

LEX FLAVIA MALACITANA

En octubre de 1851 se produjo en Málaga un hallazgo de interés excepcional. Los obreros que extraían barro para las alfarerías en el lugar llamado "Los Tejares", encontraron, cuidadosamente cubiertas con grandes ladrillos, dos tablas de bronce escritas con caracteres latinos. Pudieron salvarse ambas piezas por haberlas comprado el Marqués de la Casa-Loring. Pronto pudo verse que ambas tablas broncineas contenías diversos capítulos de las leyes municipales de Malaca y Salpensa.
Las Leyes malacitana y salpensana, se conservaron durante años en la Colección Loringiana, pasando después, con los otros bronces jurídicos allí guardados, al Museo Arqueológico Nacional, donde hoy se exhiben.

Parece que debió contenerse en cinco tablas como la encontrada en los Tejares. La única conservada contiene las rúbricas 51 a 69 (esta última incompleta) y en ellas se legisla sobre las elecciones a los cargos municipales, sobre la elección del Patrono del Municipio Flavio Malacitano, sobre aspectos urbanísticos, sobre cobro de tributos y fianzas, multas y control de fondos públicos.

Así pues, por obra de los Flavios Malaca había recibido el iius lati convirtiéndose en Municipio latino. La Lex Flavia malacitana habla de la ciudad nombrándola municipium, municipium Flavium Malacitanum, oppidum municipii Flavii Malacitani y haciendo mención de sus decuriones, conscripti, duoviri, aediles, quaestores, de los municipes, e incolae, del patronus municipii y del praefectus y de instituciones municipales como la curia y los comitia.

TORRIJAS

  • INGREDIENTES Y CANTIDADES
1 Barra de pan duro
1 Litro de Leche
100 gramos de margarina
1 decilitro de aceite
1 Huevo
Canela, Azúcar y Limón a gusto
  • PREPARACIÓN
Se corta el pan en rebanadas. Se hierve la leche con una ramita de canela y una corteza de limón, añadiéndole 2 cucharadas de azúcar al retirarla del fuego.
Se ponen en remojo, en la leche, las rebanadas de pan durante dos horas y se dejan escurrir bien en una fuente.
Se rebozan en el huevo batido y se frien. A continuación se espolvorean sobre una fuente previamente preparada con azúcar y canela.
Podemos también en vez de azúcar y canela echarlas en miel líquida rebajada.

ANTIGUA CASA DE EL GUARDIA

La casa de Guardia es famosa en Málaga por obra y gracia de la voz popular. Sin ser exportadora de sus exquisitos caldos, traspasó los límites locales saltando de puerto en puerto, llegando a muchas ciudades extranjeras.
Sun fundación se remonta a la iniciativa de don José de la Guardia, de cuyo apellido tomó su nombre, mantenido gallardamente hasta la fecha. Dicha fundación, como la de todas las cosas grandes y perdurables, fue bien dispuesta y cimentada ya que, en la Exposición que la Sociedad Económica de Amigos del País organizó en 1862, con motivo de la visita a nuestra ciudad de la familia real, se destacaron ya en primera fila "los vinos de Guardia", perfectamente presentados. Premiose a la casa por la crianza de sus caldos con medalla de plata de primera clase y, desde entonces ostentó el título de proveedora de S.M. doña Isabel II, la Reina popular españolísima.
Y no sólo criaba vinos la Casa de Guardia, sino que , desde un principio fue también fábrica de aguardientes y licores, mereciendo en este aspecto un emocionado recuerdo la verdadera finura, exquisitez, fuerza evocadora y hasta belleza literaria con que supo designar y distinguir la rica variedad de sus licores. Díganlo si no los títulos de "Agua de Plata", "Agua de Oro", "Agua del Paraiso", "Aceite de Venus", "Perfecto Amor", y "Placer de las Damas" que se leían en las etiquetas de sus embotellados y que constituían la nomenclatura de los apreciados productos "superfinos" de sus destilarías.
Además de los nombres tradicionales de los caldos malagueños de todos conocidos, existían también algunas denominaciones especiales de la Casa, como la de "Blanco Dulce Mercantil" y "Trasañejo de color, dulce número uno" cuya razón nomimal se ignora, si bien respecto al primero cabe suponer que sería algo especial para facilitar, suavizar y endulzar las transacciones y conversaciones de negocios.
La Casa de Guardia no era solamente sitio de reunión popular, pues también, disfrutaba del favor del público mesocrático que se surtía de vino para la mesa. Su renovada clientela cuenta con trabajadores, gente del próximo mercado, recoberos, tratantes, "catetos", vendedores y demás personal que por aquellos sitios pululaban ordinariamente, aparte de los marinos, tanto nacionales como extranjeros que venían a surtirse de vino de la "Casa de Guardia" o de coñác, aguardiente, ron o ginebra. Los marinos extranjeros llevaban preferentemente los caldos de la tierra, y las damajuanas de "Lágrima", "Moscatel", "Pedro Ximen" y demás vinos secos y dulces de Málaga se miraban transportadas a los barcos de las más distintas y lejanas naciones, siendo esto la causa de que, sin dedicarse La Casa de Guardia a la exportación, fueran tan conocidos a aún populares los productos de sus bodegas en el extranjero, sobre todo en las ciudades marítimas.
Localizadas las bodedas en un principio entre la calle Ollerías y la desaparecida de Dos Hermanas hasta la Cruz del Molinillo, plaza de Guardia, pasarían éstas hacia la calle de Atarazanas, instalándose éstas en la casa que a su entrada por Puerta del Mar ocupó "La Unión Mercantil" y que fue incendiada por las Turbas. Este lugar marcó el cenit de la popularidad del establecimiento. El tiempo, que todo lo transforma, hizo desaparecer el popular despacho de Atarazanas, trasladándose posteriormente la Casa al lugar que hoy ocupa, esquina de la Alameda con Puerta del Mar. En él se sigue manteniendo su excelente tradición bodegueril y la preferencia del público consumidor de vinos malagueños.
Ya sabes, hay que ir a pobrar algunos de sus caldos.

MÁLAGA EN LLAMAS


... Finalmente, como era de esperar, llegó el momento decisivo. Una mañana, justo al amanecer, se cernía un ataque aéreo sobre Málaga y Gerald, Enrique y yo lo observábamos desde el balcón. Resultaba emocionante a esa distancia: el estallido de las bombas, el fuego de las armas antiaéreas, el repiqueo de las ametralladoras, los disparos de pistola y las avionetas del aeródromo cercano despegando demasiado tarde.
De repente, tras el estallido de una de las bombas surgió una tremenda llamarada cerca del mar. Inmensas lenguas de fuego y un denso humo negro empezaron a brotar de un incendio escalofriante; le habían dado a un gran depósito de aceite industrial.
Nos quedamos horrorizados, pues habíamos pasado a menudo en tren por ese lugar y sabíamos que las reservas de aceite industrial y petróleo estaban concentradas en cantidad enormes, al ser Málaga un puerto bastante importante, en ese lugar junto al mar, en torno al cual se levantaba uno de los barrios pobres de la ciudad. Nos daba pánico pensar lo que podía ocurrirle a ese pobre barrio si, como parecía probable, empezaban a explotar los grandes depósitos de petróleo.
- Subamos al tejado, quizá veamos mejor desde allí
-dijo Gerald consternado.
Subimos al tejado, donde ya estaban Don Carlos y los chicos. Don Carlos bailaba de emoción y placer por aquel éxito de los nacionales. Incluso entonces me pareció perfectamente natural que estuviera contento, pero su alegría chocaba poderosamente con nuestra preocupación por aquellos desdichados de los suburbios de Málaga.
Y resultó que, desde la calle, la gente había visto en nuestra casa a don Carlos, a quien se le suponía en Málaga, deleitándose con el bombardeo, lo cual nos ponía en un terrible compromiso y dificultaba enormemente su protección. Gerald estaba lívido de exasperación, y se pordujo una dolorosa escena cuando le explicó con severidad el perjuicio que había causado.
- Tengo que ir a averiguar lo que está pasando
- dijo tan pronto se hubo calmado después de tomarse un café.
Así que bajamos a la plaza del pueblo, pero nos encontramos, como era de espera , con que todos los trenes y autobuses habían recibido la orden de no salir, pues tanto la carretera como la línea férrea pasaban cerca del fuego. En consecuencia, Gerald tomó prestada una bicicleta y se marchó. Durante todo ese tiempo, el humo negro y las rojas llamas se alzaban incesantemente como un surtidor infernal. De hecho, el fuego ardió sin tregua durante dos días y, por la noche, Málaga y las montañas de detrás parecían teñidas de escarlata. Esa tarde, la BBC nos informó de que "los más probable es que Málaga haya quedado completamente destruida". Las llamas podían verse desde kilómetros mar adentro.
Lo realmente extraordinario es que se consiguiera impedir la extensión de aquel pavoroso incendio. Todos los hombres capaces de Málaga se pusieron a apilar arena mojada del mar en grandes cantidades sobre los contenedores subterráneos de petróleo. Algunos de los tanques de aceite industrial que estaban en la superficie fueron trasladados al mar y, de este modo, el valor y el empuje de los malagueños consiguieron salvar a su ciudad de un espantoso desastre.
Horas después, Gerald estaba de vuelta en un penoso estado de nerviosismo y terror. Ya antes de irse le había llegado la noticia de que una de las bombas había conseguido recoger su cosecha de víctimas. A las afueras de Málaga había un campamento gitano que nos gustaba ver cuando pasábamos: los niños jugando en el secarral , las mulas comiendo la áspera paja del suelo y las mujeres amamantando a sus bebés o removiendo negros pucheros que pendían sobre pequeñas hogueras. Esa mañana, una enorme bomba cayó enmedio del campamento justo cuando se habían reunido todos para desayunar...

Fragmento de "Málaga en LLamas" de Gamel Woolsey

LA VIRGEN Y EL BANDOLERO

Cuentan que en la época de los bandoleros fue especialmente famoso uno al que apodaban "El Zamarilla". Cometió múltiples fechorías, y tal fue su renombre y la peligrosidad de la banda que capitaneaba, que los alguaciles decidieron formar una partida especial para su captura a cualquier precio. Tras varias escaramuzas, lograron darles caza y captura, pero "El Zamarilla", rápido y escurridizo como nadie gracias a su conocimiento del terreno, escapó, eso sí, perseguido de cerca por una patrulla. Al cabo de muchas leguas a galope tendido, y con lo alguaciles pisándole los talones, el bandolero llegó hasta una ermita buscando un escondite que evitase su apresamiento. Y he aquí que el único sitio que encontró fue bajo el manto de una Dolorosa que allí se veneraba. Entraron sus perseguidores y a pesar de que registraron la pequeña ermita de arriba a abajo no descubrieron a " El Zamarrilla", cobijado en tan singular escondite. Desesperados y furiosos prosiguieron su batida por otra zona. Tiempo después, y sintiéndose seguro el bandolero, abandonó su refugio, y dando gracias improvisadamente a tan proverbial Salvadora, arrancó una rosa blanca que se criaba en el camino de la ermita y la prendió en el pecho de la Imagen, utilizando como alfiler su propio puñal. En ese instante la rosa se tiñó de rojo. Aterrorizado, el bandido se arrodilló ante los pies de la Virgen y le imploró su perdón por su impía vida.

La tradición añade que el "Zamarrilla" se entregó a la Justicia y que asumió convencido la condena marcada por la Ley, pero que no llegó a cumplirla totalmente, porque fue ejemplo de buena conducta para todos sus compañeros durante el tiempo de su encarcelamiento, y los jueces, que sabían de aquel hecho milagroso y de su buen comportamiento, trataron de favorecerle en los grandes deseos que éste manifestaba de recluirse en un convento para el resto de sus días, entregado de pleno a la oración y al cuidado de pobres y enfermos. Y así se dice que aconteció. El arrepentido bandolero profesó en un convento muy cercano al lugar en donde aquella Virgen recibía culto, y una vez cada año, en el aniversario de su contrición, el que antes había sido un temido malhechor salía, con el permiso de su prior, de su voluntario claustro, bajaba por el antiguo camino de Antequera y se dirigía al oratorio de la Señora, a cuyos pies depositaba una rosa roja de las que él mismo cultivaba en el pequeño huerto del convento.
Una tarde, ya casi anochecido el día, cuando iba caminando el "Zamarrilla" por la vereda que lo llevaba, como cada año, hasta la Virgen de la Amargura, fue interceptado por unos salteadores, que, al no hallar en el fraile dinero ni objeto de valor alguno, lo apuñalaron hasta darle muerte. Alarmada al día siguiente la comunidad por su inusual tardanza, y temiendo que le hubiese ocurrido alguna desgracia, salieron en su busca, hallando el cuerpo del desdichado fraile todo ensangrentado en medio del camino. Entre sus manos aún estaba la rosa de su ofrenda anual, que, milagrosamente, había cambiado su color rojo por un blanco tan resplandeciente que ni la sangre había manchado. Cristóbal Ruiz, el "Zamarrilla", había culminado plenamente su expiación.

CRIPTA-PANTEÓN DE LOS CONDES DE BUENAVISTA (Iglesia de la Victoria)


Esta cripta es uno de los ámbitos necrológicos más tétricos de España. Es de planta cuadrada como corresponde a su carácter terrenal y con un soporte central que conforma un haz de cuatro columnas. La columna expresa la relación entre el cielo y la tierra, evocando el reconocimiento del hombre hacia la divinidad. A los nichos, separados por las pilastras a las que se adosan escalofriantes figuras, y en ella la figura de la muerte, resaltando en estuco blanco sobre fondo negro se nos muestra en todas sus manifestaciones simbólicas: cuerpos en transición hacia la muerte aparecen en el apilastrado, esqueletos portadores de símbolos de finitud dominan desde los tímpanos presididos por un amenazador versículo bíblico, y en las bóvedas y muros, calaveras y huesos; hay otras representaciones complejas como la parca Láquesis en un ángulo, o la muerte arrastrando a unas trampas a la primera pareja, junto a figuras con doble rostro que parecen simbolizar la verdad que muestra el espejo de la muerte, objetos que también llevan los esqueletos, mientras que unos termes flanquean las puertas como verdaderos términos entre la vida y la muerte. Precedentes a esta cripta encontramos en las capillas oseas de Portugal o Italia.
La cripta se nos presenta como un retablo que "Temboury" interpretó como distintos estados del alma despúes de la muerte. Unos serían símbolos de resurrección, otros esqueletos que representan los condenados al infierno. Martín González vio relación de este retablos con las Danzas de la Muerte.

Podría considerarse este retablo de la cripta como un espejo en el que nos vemos todos: hombre, mujeres, clérigos, ...
La cartela manierista con sus angelillos es paralela en su disposición al sepulcro de los condes de Buenavista, aunque en estos una suavidad y carnosidad en el diseño de los elementos florales. En los ángulos de la Cripta aparecen figuras con doble rostro (vida-muerte). El rostro bifronte tanto en Ripa como en Alciato alude a la prudencia colocada en los ángulos de este lugar de penitencia. La Prudencia se nos muestra con triple rostro que alude tanto a las edades de la vida como al pasado, presente y futuro enlazando con las virtudes de la memoria, inteligencia y previsión que ha de tener el prudente.

La presencia del niño, elemento fundamental, no podía faltar. Pero la contraposición del niño frente a la pareja del otro relieve podría aludir a la presencia de la muerte en los momentos más inesperados, ya en la niñez, ya en la plenitud del amor.

Si el reloj es espejo de la vida, también lo es el espejo mismo, y así se representa en esta cripta pues los esqueletos los llevan mirándose en ellos, en los que se reflejan reyes y obispos.

En el fondo de la estancia se dispone un pequeño y tétrico retablo a uno y otro lado en composición simétrica y formando conjunto con los sepulcros de los Condes de Buenavista. Este se compone ante amplios doseles y urnas de paredes rectas y apoyadas en cabezas de animales, alrededor de una cartela acorazada, con querubines, cuernos de la abundancia y guirnaldas de frutas. Sobre ésto las figuras orantes de los Condes constituyen una nota festiva en este ámbito ya que se representan en plena juventud, con ricos vestidos y destacan por su belleza y sensación de vida en el ambiente fúnebre del antro.

Este tipo de sepulcros contribuyen a resaltar el contraste vida-muerte y ofrecen un paralelo con los sepulcros franceses en los que se representa la persona viva y muerta, entendiéndose como símbolo de destrucción y muerte del cuerpo frente a la salvación del alma. Soportan un frontón quebrado del que surge un esqueleto portador de la balanza del juicio en la que se pesan atributos reales ante el llanto de los angelillos.

El elemento central es la gran cartela vacía, sin inscripción, que sirve de fondo a una cruz dorada y con pedrería, símbolo de la redención. El oro, considerado en la tradición como el más precioso y perfecto de los metales es símbolo de la inmortalidad y de la inteligencia divina. La cruz, además lleva piedras preciosas símbolos de transmutación, de las tinieblas y el pecado, y espejos que representan diamantes que son símbolos de la inmortalidad. Es la cruz de la resurrección y la inmortalidad.

CENOTAFIO DEL GENERAL TORRIJOS

La actual Plaza de La Merced fue el lugar elegido para ubicar el monumento civil urbano más importante de los acontecimientos socio-culturales de la Málaga decimonónica y definidor de las ansias liberales de la ciudad: El cenotafio erigido a la memoria del General Torrijos y sus 48 compañeros fusilados el 11 de diciembre de 1831 en las playas de San Andrés.
Diseñado por el arquitecto municipal Rafael Mitjana, se compone de cripta, donde descansan sus restos, y de un elegante pedestal de base cuadrada y buenas proporciones, que termina por una pirámide de gran elevación, en la que están dedicadas una corona de bronce, en forma de laurel, a cada una de las cuarenta y nueve victimas de tan triste suceso.Terminando el monumento con otra corona colocada en el vértice de la pirámide.
Aunque, desde la muerte de Fernando VII existió la idea de levantar un monumento en el mismo lugar de los hechos, no fue hasta 1842 cuando se propuso ubicarse en esta "Plaza de Riego" (actual de La Merced), evocando los antecedentes liberales del nombre del lugar y su excelente localización, si bien, se utilizó simbólicamente la arena de aquellas playas entre los materiales constructivos. Fue consteado por suscripción popular y diversas rifas, colocándose en abril la primera piedra junto a la que se enterraron otros objetos simbólicos.
El monumento, - para el que en un principio se pensó reutilizar una espléndida columna que formaba el Triunfo de la Inmaculada en Antequera -, con su bóveda subterránea, el clasicismo de las formas, el obelisco con toda su carga simbólica referente a la inmortalidad, las coronas de laurel, puede estar inspirado en obras francesas de finales del siglo XVIII.
Este Cenotafio está formado por tres basamentos de piedras superpuestos:
* El central, recogido por cuatro mensulones en bronce, soporta las planchas con la dedicación del pueblo de Málaga.
* El pedestal superior, más esbelto, muestra las que ostentaban los nombres de los caídos por la libertad.
* Sobre ellos descansa el obelisco, estilizada forma piramidal despiezada en secciones que modulan su longitud para disponer coronas de laurel entrelazadas, siendo este motivo el que corona el vértice, en detrimento de la escultura de la Fama y los trofeos militares que fueron proyectados inicialmente.
Terminadas las obras, se trasladaron los cuerpos de los 49 fusilados desde el Cementerio de San Miguel, introduciéndose éstos en la bóveda subterránea tras los actos cívicos-religiosos que dieron por inaugurado el monumento el 11 de diciembre de 1842.

MUSEO DE ARTES Y COSTUMBRES POPULARES

Hacia la mitad del Pasillo de Santa Isabel nos encontramos con el antiguo Mesón de la Victoria, donde está ubicado el Museo de Artes y Costumbres Populares de Málaga. Este Museo debe su existencia a la iniciativa de don Enrique García Herrera y don Baltasar Peña Hinojosa de reunir y encauzar para museo gran parte de sus colecciones particulares de objetos etnológicos a los que más tarde se fueron añadiendo donaciones de otros particulares y entidades. Alberga el Edificio el Archivo de Narciso Díaz de Escovar, destacado poeta y escritor malagueño que dedicó su vida a la investigación histórica y del Teatro español. Este archivo es punto indispensable para todo investigador de la Málaga decimonónica.

Los fondos del Museo se organizan en torno a una serie de salas que integran el edificio, distribuidas en dos plantas.
Sala I: Cuadra. El suelo empedrado informa sobre el tránsito de caballería por esta zona. En él se han situado diversas piezas relacionadas con arreos y complementos para animales de carga y transporte, así como carruajes, carros monturas, pesebres, abrevaderos, etc.
Sala II: Fragua. Se muestra la reconstrucción de una fragua con los complementos tradicionales para su utilización: yunques, martillos, tenazas.
Sala III: Tahona. Dedicada a las labores de transformación del trigo y obtención del pan. Se contempla la labor desde el momento de la obtención de harina en el pequeño molino.
Sala IV: Pesca. Reúne un conjunto de útiles y aparejos relacionados con la pesca. Destaca en primer lugar un pequeño bote (sardinal) para pesca en costa junto al horno para vararlo, ocupando el centro de la sala. También se puede contemplar una maqueta a escala de la embarcación prototípica de la bahía de málaga: la jábega.
Sala V: El Humero. Se ha montado en esta sala una cocina propia de la arquitectura popular de la provincia, con un amplio humero, adornado con calderos de cobre sobre la repisa de la campana de la chimenea.
Sala VI: Comedor-cocina. Se ha montado en esta sala una cocina propia de la arquitectura popular de la provincia, con un amplio humero, adornado con calderos de cobre sobre la repisa de la campana de la chimenea.
Sala VII: El Vino. Se escenifican las artes de la viticultura y la enología mediante la reproducción de un lagar, una bodega y una taberna, espacios que vienen a representar los procesos de recogida y pisado de la uva, crianza, conservación y posterior distribución.
Sala VIII: La Almazara. Escenifica la industria del aceite a través de la reproducción de esta almazara con su empiedro, una prensa donde se exprime la masa resultante de la molturación previa, todo ello recuperado de un molino de la presa del Limonero.
Todas las salas del Museo va a dar a un patio central que cuenta con galería baja y alta sobre columnas. A este patio van a desembocar las vertientes de las cubiertas de teja morisca, ofreciendo un pintoresco y singular aspecto.

Sala IX: Costumbres Burguesas. En ella se reúnen diversas manifestaciones de la vida burguesa del cambio de siglo: varios vestidos femeninos, abanicos, dijes, y complementos de todo tipo. También se pueden admirar dos interesantes retratos al óleo de Anita Delgado, bellísima actriz malagueña en admirada boca de todos tras su matrimonio con el Maharajá de Kapurtala.
Sala X: Despacho. Representa la estancia de ámbito privado dentro de la vivienda burguesa. Su particularidad reside en que es el original del escritor malagueño Arturo Reyes, excelente costumbrista que inmortalizó los tipos populares de Málaga a través de novelas como Cartucherita o La Goletera.
Sala XI: Gabinete. Representa una pequeña sala, generalmente contigua al salón y llena de pequeños objetos decorativos, era indispensable en toda casa burguesa del siglo XIX.
Sala XII: Imprenta. Se reúnen en esta sala varias máquinas de estampación y una interesante colección de planchas y primeras pruebas de las ediciones malagueñas del cambio de siglo. Destaca sobremanera la colección de adornos destinadas a la estampación de tapas para cajas de uvas pasas.
Sala XIII: Dormitorio. Reproduce un dormitorio de carácter popular, pero de cierto acomodo. La típica cama de tubo, de hierro forjado con cuidado diseño, colcha y cortinas de batista y encaje, cuna de madera, baúl etc. presenta las principales piezas de mobiliario en este medio.
Sala XIV: Campo. Centrada en las labores agrícolas, esta sala contiene diferentes aperos de labranza dedicados especialmente al secano: bielgos, trillos de pedernales, de cuchillas y de rulos, yugos para mulos o bueyes, azadones, hoces, etc. Como complemento a la agricultura las queseras, lecheras, objetos para la apicultura, ...
Sala XV: Cerámica. Reúne algunas manifestaciones de la cerámica popular. Destaca sobremanera la coloreada en verde de Coín empleada con profusión en complementos constructivos como canalones y gárgolas.
Sala XVI: Folklore. se exhiben diferentes prendas de encaje de blonda representado en las mantillas, un mantón de Manila, abanicos y muestras de bordado, así como un conjunto de figurillas representando una panda de verdiales realizada en barro policromado, acompañadas de los instrumentos y sombreros de las típicas fiestas de verdiales.
Sala XVII: Barros. A caballo entre las concepciones clásicas de artes populares y bellas artes se encuentra la colección , para muchos joya del Museo: los barros malagueños. Son éstos pequeñas figuras con temas costumbristas (bandolero, jinete rondeño, pareja de baile, etc. ) realizados en barro cocido y coloreados posteriormente.
Sala XVIII: Religiosidad Popular. Se reúnen en este espacio manifestaciones curiosas y sorprendentes realizadas con materiales insospechados. Entre estas manifestaciones es interesante que el viajero se detenga algún tiempo en la contemplación de los cristales populares imágenes religiosas votivas pintadas sobre vidrio sin excesiva perfección pero extremada gracia.

Solo queda una cosa: VISITARLO Y COMPROBAR SU BELLEZA

EL ESCUDO DE MÁLAGA


El escudo de la ciudad de Málaga fue creado por Real Cédula de los Reyes Católicos el 30 de Agosto de 1494.

El Texto de la Real Cédula de 30 de agosto de 1494, por la que se adopta el escudo de la ciudad de Málaga:

“La forma de la mesma ciudad e fortaleza de Gibralfaro con el corral de los captivos en campo colorado; e por reverencia de los bienaventurados dos mártires, San Ciriaco e Santa Paula, que en dicha ciudad fueron martirizados, mandamos poner su imagen de cada uno de ellos en par en las Torres de Gibralfaro; e por la onrra del puerto, le damos las ondas de la mar; e por orladura de las dichas armas, nuestras divisas que es el Yugo y las Flechas”.
Posee la siguiente descripción heráldica:

En campo de azul, unas peñas cimadas de una villa acompañada de un puerto en lo bajo, al natural, todo sobre ondas de mar de plata y azul; en cantón diestro de jefe, los patronos afrontados, al natural, con resplandores de oro, con manto de azul y túnica de oro, así como el sobrecuello de Santa Paula. Bordura partida de sínople (verde) y púrpura, cargada con cuatro haces de cinco flechas empuñadas por un yugo todo ello de plata y un ramo del mismo metal (color), alternandos.
El timbre, corona real española, abierta y sin diademas que es un círculo de oro, engastado de piedras preciosas, compuesto de ocho florones de hojas de acanto, visibles cinco, interpoladas de perlas.

Él todo rodeado de una cinta cargada con el lema "La primera en el peligro de la Libertad, la muy Noble, muy Leal, muy Hospitalaria, muy Benéfica y siempre Denodada Ciudad de Málaga" escrito en letras de sable (negro).
- En los documentos de los Reyes Católicos y de Carlos I se le da ya a Málaga el Título de Muy Noble.
- Felipe IV en 1640, concedió el título de "Muy Noble", "Muy Leal", y "Muy Ilustre", el de "Siempre denodada"; y por encima de su escudo de armas una corona cívica, y la divisa "La primera en el peligro de la libertad".
- Por R. D. de Enero de 1901, y por la noble y abnegada conducta del pueblo malagueño con motivo del naufragio de la fragata alemana de guerra "Gneisenau", se concedió a Málaga el título de "Muy Hospitalaria".
- Por R. D. de 28 de Febrero de 1922, y en prueba del Real aprecio a la ciudad por la caritativa ayuda prestada a los soldados del Ejército de África y sostenimiento de un Hospital para los mismos, se concedió a el título de"Muy Benéfica".

LA FAROLA



El faro de Málaga, conocido entre nosotros como la Farola, fue obra del ingeniero Pery y Guzmán en el año 1817, que diseñó su proyecto tomando como referencia todos los de su tiempo, y así, en sus inicios, estuvo dotado de una lámpara de aceite, combustible que fue sustituido luego por parafina y, posteriormente, por gasolina.
Durante la Guerra Civil, el 28 de agosto de 1936, la Farola de Málaga se apagó por orden de la Comandancia de Marina, todavía a las órdenes de la República. No sólo eso, como su silueta servía de referencia a la artillería naval y a la aviación del ejército sublevado, el Comité Central de la Flota Republicana ordenó que se pintara de color tierra, con manchones oscuros y claros para camuflarla. A pesar de las precauciones que se tomaron, la Farola sufrió los efectos devastadores de la guerra, hasta que en 1939, ya restablecida la paz en España, se reconstruyó con la forma que hoy la conocemos y se pintó de blanco.
Sirve al tráfico marítimo y aéreo, alcanzando 25 millas naúticas. Su altura es de 38 metros sobre el mar y 33 metros sobre el suelo. Sus destellos luminosos son de 3+1 cada 20 segundos.
Se trata del único faro de España con nombre femenino. Una de las leyendas apunta a que su nombre fue debido a la "idea" de falda que la fantasía popular quiso ver en el edificio de forma cúbica que constituye su base.
¡cuántas historias se han vivido bajo esta esbelta y bella farola!

PARQUE NATURAL MONTES DE MÁLAGA


El Parque Natural de los Montes de Málaga fue declarado como tal por la Ley 2/89, el 18 de julio de 1989, por la Junta de Andalucía. Se localiza al norte de la ciudad, a una altura entre los 97 y los 1.031 metros sobre el nivel del mar. Tiene una superficie de 4.900 has pertenecientes a los términos municipales de Málaga y Casabermeja.

La realidad de este espacio está muy ligada al poblamiento que ha sustentado desde el sigloXV, cuando fue conquistado por los Reyes Católicos en 1487. El reparto de las tierras entre los vencedores dio lugar a la sustitución de los bosques mediterráneos por cultivos de viñas, almendros y olivos, con el pretexto de alcanzar un mayor rendimiento económico. A partir de este momento cuando comienzan las fuertes inundaciones que asolan la ciudad de Málaga. Estas alcanzan tal gravedad que varias son las medidas dictadas por los reyes posteriores para limpiar de sedimentos la desembocadura del río Guadalmedina.
A finales del Siglo XIX es cuando se produce la decadencia del cultivo al verse afectada por la enfermedad de la filoxera, que ataca a la uva. En la actualidad esta actividad es marginal, realizándose dentro del Parque aún de forma tradicional la «pisa» en el lagar de los Torrijos, así como la obtención del vino denominado de «los montes», con una finalidad más bien demostrativa y de exposición.
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías se aborda el problema de los desbordamientos del río, construyéndose el embalse de Agujero y realizando sucesivas repoblaciones forestales a partir de los años treinta. Estas actuaciones configuran definitivamente el Parque Natural.
El cultivo de la vid trajo prosperidad a la zona, creándose industrias asociadas a esta actividad como la de tonelería.

El Parque Natural de los Montes de Málaga es una zona de media montaña de protuberancias suaves, cubiertas sus laderas por unas repoblaciones de pino carrasco, al amparo de las cuales se está desarrollando una amplia y rica vegetación autóctona mediterránea. La vegetación del área es especialmente rica en árboles, destacando especies como el pino carrasco, el pino piñonero, algo de pino Monterrey, cipreces, ... Dentro de las coníferas y en el grupo de las frondosas sobresalen la encina, el alcornoque, el olivo, el quejigo y el algarrobo. Junto a ellas prodemos encontrar castaños, chopos, acebuches, fresnos y sauces.

Los arbustos y matorrales, por otra parte, están representados por una larga lista, de la que podemos mencionar zarzas, palmitos, madroños, cantuesos, retamas , espinos majoletos, tomillos, alhulagas, jaras, herguenes, esparragueras y torviscos.

Estos montes cobijan una importante y variada población animal, encabezada por mamíferos como el jabalí, el zorro, el tejón , el gato montés, la garduña, la comadreja, el túrón, el meloncillo y la gineta, junto a otros de menor tamaño como el conejo, la ardilla, el murciélago y el erizo. La avifauna es también espectacular: azores, águilas culebreras y calzadas, búhos reales y ratoneros, cernícalos, perdices rojas, palomas torcaces, tórtolas, zorzales, arrendajos, cucos, carboneros, herrerillos, escribanos y ruiseñores.
Reptiles y Anfibios tienen asimismo refugio en el Parque, con especies como el lagarto, la culebra, la salamandra o los sapos, aunque la estrella es sin duda el amenazado camaleón, que encuentra aquí un hábitat óptimo para su desarrollo.

RUTAS POR EL PARQUE NATURAL

1.- La Ruta por la carretera de los montes o ruta de las Ventas. Los montes de Málaga son un acogedor y bello lugar , que se encuentra tan sólo a 5 kms de la capital. Su paisaje presenta una topografía de montaña media con suaves pendientes, atravesado por arroyos que excavan pequeños valles. Accedemos por la ctra. comarcal C-345, también llamada de los Montes. Desde esta carretera se pueden conseguir fantásticas vistas de casi todo el Parque. Estos lugares son de gran belleza, pues junto a las panorámicas del Parque, nos encontramos con preciosos miradores naturales, desde los que se aprecian perspectivas alucinantes formadas por los contrastes de la montaña y el mar fundidos en el paisaje. Esta ruta cuenta además con el atractivo de sus ventas locales, que jalonan la carretera y, suelen estar situadas en lugares con bellas vistas, ofreciendo uan rica y variada cocina, donde los platos de los montes y el vino de la tierra son destacadas muestras de ello.

2.- La Ruta en el Corazón de los Montes. Para conocer más de cerca el Parque Narural de los Montes de Málaga, podremos realizar diversos itinerarios, que nos hagan descubrir todos los secretos del bosque, con la ayuda de nuestras piernas y nuestros deseos de aventura. Proponemos los siguientes:

- Desde la venta de "Fuente Reina" hasta el área de acampada y recreativa conocida como "Torrijos". Aquí además de disponer de un lugar idaeal para planificar nuestra estancia en la Sierra, podemos gozar con la visita al Museo Etnológico de Torrijos, creado en una antigua casa de labranza, muy bien conservada, viendo la viga y el "husillo" de pisar la uva que con una antigüedad de dos siglos, se conserva en el lagar de su nombre.

- Desde el aula de la Naturaleza "Las Contadoras" hasta las ruinas de Jotrón.

- Desde Chinchilla a Lomas Aguilar.

3.- La Ruta de Málaga hasta Casabermeja. Situada al borde del Mediterráneo, nos encontramos con Málaga. Ciudad que, con profundas huellas de las distintas civiizaciones que la poblaron, nos invita a recorrer sus calles. En el casco antiguo destacan: La Alcazaba y el Castillo que corona el cerro de Gibralfaro, desde el cual tenemos una esplendida vista de la ciudad, muy próximo, el teatro romano y la Catedral. Podemos visitar asímismo numerosas iglesias: la del Sagrario, la de Santiago, ... El legado cultural malagueño lo encontramos en los diversos museos que nos ofrece la ciudad: Arqueológico, de Bellas Artes, de Artes Populares, el Catedralicio,... Debe visitarse el Parque, donde crecen variedades tropicales únicas en Europa.

Llegaremos a Casabermeja, no sin antes habernos detenido en los miradores que encontraremos en la ctra. N-331. Casabermeja, forma parte de la ruta de los vinos de Málaga, junto con Antequera y Periana. Es el típico pueblo andaluz, de calles estrechas y empinadas. Destaca su pintoresco cementerio, las ternas romanas y la Torre Zambra.

Otras muchas bellas, sanas y pintorescas excursiones se pueden realizar por toda la provincia partiendo de tan maravilloso y encantador Parque.